ADICCIÓN AL SEXO
¿Existe? ¿Qué la provoca? ¿Qué podemos hacer al respecto?
Carlos Horrillo
Terapeuta sexólogo y antropólogo social en Alicante
¿Existe la adicción al sexo realmente?
Yo soy de los
que siempre han pensado que la hipersexualidad no es en sí una adicción, ya que
toda dependencia impide un desarrollo de una vida “normal” en la que la
actividad sexual es solo un aliciente del conjunto de necesidades de los seres
humanos. Pero después de comprobar algunos casos creo que SI existe y que es mucho más común de lo que imaginamos.
Un adicto al
sexo miente constantemente ante la necesidad de justificar sus apetencias, deja
de importarle su familia, su pareja e incluso su trabajo ya que necesita sexo
constantemente, y como toda patología psicológica la negación del problema es
la constante de las reacciones ante el acorralamiento que puede estar siendo
sometido por su entorno socio-cultural.
Como
cualquier otro dependiente no se es consciente de lo que puede perder y del
daño que causa a los que le rodean y le quieren, y al tratarse de una patología
en la que no intervienen sustancias, es muy difícil de detectar ya que se
convierten en verdaderos maestros del engaño.
¿Qué la provoca?
Los expertos
no terminan en ponerse de acuerdo sobre el tema, pero cada vez aumenta más los
números de profesionales que apoyan la teoría de la intervención de desajustes
bioquímicos o lesiones en la corteza prefrontal medial del cerebro.
Particularmente creo que si es posible este tipo de desajustes, pero que además
van asociados a un deterioro cognitivo significativo que se centra principalmente
en lo emocional. Estas personas creen que quieren a sus parejas, y quizás en
algunos casos sea así; pero una persona que quiere a otra no juega con los
sentimientos de esta manera, ya que como si se tratase de cualquier tipo de
droga destroza la vida de los demás mucho antes que la suya propia.
¿Qué podemos hacer al respecto?
Antes de
comenzar a poner soluciones hemos de ser conscientes de que tenemos un
problema. Un hipersexual destroza la vida de quien le quiere y cuando esto
ocurre ya no hay vuelta atrás. Seamos sinceros; una infidelidad o dos puede
pasarse por alto, es más, incluso puede resultar beneficiosa para la pareja si
es consensuada y razonada, pero el engaño constante no. Va mucho más allá de lo
sentimental, se convierte en una cuestión de higiene y de asco en la persona
que convive con el adicto; hay pocas cosas más desagradable que compartir la
cama con alguien que no sabes de donde viene, que se acaba de meter en la boca
o qué tipo de imprudencia acaba de cometer con su cuerpo. Un adicto al sexo no
pone solo en riesgo su salud, pone también la de su pareja y eso es algo que el
resto de adicciones no produce; y de la salud psicológica mejor no hablar,
porque esta queda totalmente aniquilada.
Lo peor es el
futuro del adicto, ya que cada vez necesitará más para sentirse cada vez peor y
esto le llevara a situaciones de promiscuidad que pasa a ser de niveles
peligrosos.
Busca ayuda,
si no crees que sea un problema para ti observa el cambio de vida que produces
en los que te quieren ya que es una señal de que algo no va bien.
Hay que ser
sincero, se trata de una patología difícil de solucionar ya que no existe
ninguna pastillita milagrosa para ello; son terapias largas de concienciación y
de ofrecer alternativas para cubrir esas necesidades, pero busca ayuda cuanto
antes y si no lo haces por ti (que ha de ser el principal motivo) , hazlo por
los que te quieres y no continúes destrozándole la vida.
EXISTEN
SOLUCIONES, NO TIRES TU VIDA POR LA BORDA Y BUSCA AYUDA.
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