viernes, 5 de febrero de 2016

ADICCIÓN AL SEXO

¿Existe? ¿Qué la provoca? ¿Qué podemos hacer al respecto?

Carlos Horrillo
Terapeuta sexólogo y antropólogo social en Alicante

¿Existe la adicción al sexo realmente?
Yo soy de los que siempre han pensado que la hipersexualidad no es en sí una adicción, ya que toda dependencia impide un desarrollo de una vida “normal” en la que la actividad sexual es solo un aliciente del conjunto de necesidades de los seres humanos. Pero después de comprobar algunos casos creo que SI existe y que es mucho más común de lo que imaginamos.
Un adicto al sexo miente constantemente ante la necesidad de justificar sus apetencias, deja de importarle su familia, su pareja e incluso su trabajo ya que necesita sexo constantemente, y como toda patología psicológica la negación del problema es la constante de las reacciones ante el acorralamiento que puede estar siendo sometido por su entorno socio-cultural.
Como cualquier otro dependiente no se es consciente de lo que puede perder y del daño que causa a los que le rodean y le quieren, y al tratarse de una patología en la que no intervienen sustancias, es muy difícil de detectar ya que se convierten en verdaderos maestros del engaño.
¿Qué la provoca?
Los expertos no terminan en ponerse de acuerdo sobre el tema, pero cada vez aumenta más los números de profesionales que apoyan la teoría de la intervención de desajustes bioquímicos o lesiones en la corteza prefrontal medial del cerebro. Particularmente creo que si es posible este tipo de desajustes, pero que además van asociados a un deterioro cognitivo significativo que se centra principalmente en lo emocional. Estas personas creen que quieren a sus parejas, y quizás en algunos casos sea así; pero una persona que quiere a otra no juega con los sentimientos de esta manera, ya que como si se tratase de cualquier tipo de droga destroza la vida de los demás mucho antes que la suya propia.
 ¿Qué podemos hacer al respecto?
Antes de comenzar a poner soluciones hemos de ser conscientes de que tenemos un problema. Un hipersexual destroza la vida de quien le quiere y cuando esto ocurre ya no hay vuelta atrás. Seamos sinceros; una infidelidad o dos puede pasarse por alto, es más, incluso puede resultar beneficiosa para la pareja si es consensuada y razonada, pero el engaño constante no. Va mucho más allá de lo sentimental, se convierte en una cuestión de higiene y de asco en la persona que convive con el adicto; hay pocas cosas más desagradable que compartir la cama con alguien que no sabes de donde viene, que se acaba de meter en la boca o qué tipo de imprudencia acaba de cometer con su cuerpo. Un adicto al sexo no pone solo en riesgo su salud, pone también la de su pareja y eso es algo que el resto de adicciones no produce; y de la salud psicológica mejor no hablar, porque esta queda totalmente aniquilada.
Lo peor es el futuro del adicto, ya que cada vez necesitará más para sentirse cada vez peor y esto le llevara a situaciones de promiscuidad que pasa a ser de niveles peligrosos.
Busca ayuda, si no crees que sea un problema para ti observa el cambio de vida que produces en los que te quieren ya que es una señal de que algo no va bien.
Hay que ser sincero, se trata de una patología difícil de solucionar ya que no existe ninguna pastillita milagrosa para ello; son terapias largas de concienciación y de ofrecer alternativas para cubrir esas necesidades, pero busca ayuda cuanto antes y si no lo haces por ti (que ha de ser el principal motivo) , hazlo por los que te quieres y no continúes destrozándole la vida.
EXISTEN SOLUCIONES, NO TIRES TU VIDA POR LA BORDA Y BUSCA AYUDA.






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