miércoles, 3 de febrero de 2016

¿ES POSIBLE LA QUIMICA DEL DESEO SIN CONOCER A LA PERSONA?
SOCIALIZAR EN REDES SOCIALES PUEDE CONSTRUIR AMISTADES Y RELACIONES SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DE LO ANHELADO
  Carlos Horrillo

             Terapeuta sexólogo y antropólogo social en Alicante
Normalmente cuando hablamos de socializar en las redes sociales lo hacemos con la certeza de que estamos perdiendo el contacto real con las personas; esto es cierto, sin embargo siempre hay lados positivos de todo tipo de situaciones, y el uso de las redes sociales también lo tiene.
Las conversaciones que se mantienen en la red tienen la ventaja de ir más al grano; esto tiene una doble interpretación; por un lado solemos mostrarnos mucho más seguros y podemos traspasar límites que de estar frente a la persona no nos atreveríamos o al menos no en las primeras citas, somos más valientes y eliminamos los pasos previos del cortejo y la incertidumbre de si realmente le gustará lo mismo que a mí, o me complementará o no. Pero por otro lado esta desinhibición nos permite ser más libres e indagar en campos que en la vida cotidiana solo imaginamos.
El deseo, o Lo que llamamos química entre personas no es otra cosa que lo que Sigmund Freud  llama el proceso de identificación. En cada encuentro con otro ser humano, inconscientemente se produce en nosotros una búsqueda de ciertos rasgos que nos permitan o no identificarnos, conectar con esa persona.
Para esto no hace falta el contacto real a priori, aunque es un buen comienzo para algo más tangible. Lo que si estimula es la imaginación; por ejemplo, un contacto con alguien de otra ciudad al que nunca has visto ni tienes idea de cómo es, pero que en una charla te dice un día “que bien la hora de la siesta, ya me gustaría tenerte a mi lado bajo la manta”. Se produce el subidón de hormonas donde no solo la idea sexual invade el momento, sino que puedes sentir el calor de su cuerpo con solo cerrar los ojos bajo esa manta, el olor de su piel o la brisa de su aliento; te transporta a un mundo de seguridad e intimidad. Sigamos jugando pues, pero dejemos de ser soeces y de por preguntas frívolas como el tamaño de sus genitales, de si se pone arriba o abajo o de si es una máquina sexual o no.
Vive en otra ciudad y la posibilidad de contacto es mínima, pero ¿por qué no sentir a alguien en la distancia? ; tener ese amante furtivo al que le puedas robar un beso cada cierto tiempo sin más, sabiendo que nos solo hay atracción sino que eres su secreto amoroso tiene su punto, no desperdiciemos las emociones y los juegos de la imaginación con las telepajas a distancia y disfruta de tus sentidos.


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