jueves, 3 de noviembre de 2016

MACHISMO O CABALLEROSIDAD, A LA CONVENIENCIA

SOBRE LA IGUALDAD REAL, REAL DE VERDAD

DEFENDER A LOS HOMBRES QUE SUFREN VIOLENCIA NO VA EN CONTRA DE LA LUCHA POR LA VIOLENCIA DE GÉNERO”


Desgraciadamente nos levantamos cada día con noticias espeluznantes sobre casos de violencia de género; seguir esta lucha es básico para que consigamos una igualdad real, que poco a poco está más cerca de conseguirse.

Pero la lucha contra la violencia de género invisibiliza mucha veces otra realidad que aunque sea menos conocida y menos abundante, no significa que no exista y que debemos erradicar ya, la violencia doméstica que sufren muchos hombres en el hogar por parte de sus mujeres.

Soy hombre y nunca he sido un maltratador, me he criado en un entorno matriarcal y mi educación es de absoluta igualdad que me viene dada de manera natural. Si, es natural y a través de un aprendizaje desde la misma base de mi educación, lo que me lleva a pensar que ahí está la clave. Es tal el machaque que recibimos muchos hombres respecto a la violencia de género que muchas veces me siento abrumado ante tanta insistencia de “ hay machismo por todo lados”, y que por el mero hecho de ser hombre parece que soy sospechoso como potencial maltratador.

Pasa en muchos sectores; también soy español y recibo continuamente noticias sobre lo malo que eran los españoles hace 500 años. Bien, comprendo las sensibilidades de cada uno pero he de decir... YO NO ESTUVE ALLÍ, NI CONQUISTÉ, NI MASACRÉ, NI VIOLÉ A NADIE , por lo que agradecería que dejaran de mirarnos de esa manera; es más, posiblemente sean sus antepasados quienes hicieron eso y se establecieron allí y no los míos. En esa época todos los humanos eramos unos salvajes y aunque no perece que vayamos mejorando mucho pienso que mejor preocuparnos por no seguir haciendo las cosas mal.

Pero vallamos al meollo de la situación. ¿ es efectiva la discriminación positiva? , a mi forma de ver como cambia la sociedad parece que no.

viendo un famoso concurso de televisión que como antropólogo me interesa mucho observo el fracaso de esta lucha en el día a día. Las mujeres son ahora las cazadoras y los hombres recolectores. No me parece mal que sea así claro que no, pero parece ser que ningún hombre se atreve a ser cazador ya ¿será por miedo a ser tachados de machistas o que se malinterpreten sus acciones?

De repente veo que hay dos señoras que manipulan, gritan y hacen lo que les da la gana ante la impotencia de los demás ¿si esta conducta la tuviesen los hombres sería lo mismo? Obviamente no, serian tratados de agresivos, machistas y discriminadores. A mi modo de ver lo que hacen estas señoras es violencia doméstica, muy dirigida a los hombres pero en la que incluyen cualquier comportamiento que no les encaje.

Pues bien, lo que hacen estas señora es “VIOLENCIA DOMÉSTICA” ya que parece que la manipulación, la violencia psicológica y la violencia verbal y no verbal no es tal si la emiten las mujeres, vaya por dios.

Además las muestras de homofobia tampoco parecen notarse cuando las produce una de ellas.
Bienvenidos al maravilloso mundo de la antropología en la que la figura del “otro” se ha utilizado a lo largo de la historia como vía para marcar diferencias. O sea que,,,, según una de estas señoras la competencia por el novio con el chico gay no da lugar, lo normal es lo suyo, lo que muchas mujeres piensan que es natural, que las relaciones entre hombre y mujer es lo primero y luego “como soy moderna y te tolero” pues haz lo que te de la gana con tu vida; pero la lícita competencia parece relegada a los extraño que una figura homosexual representa para muchas mujeres.

Otro tema es el uso de el machismo y la caballerosidad según nos convenga, leo una noticia en las redes sobre una pareja que en un baño en la piscina son sorprendidas por un cocodrilo y alucino.


Muchas mujeres tachan de poco caballero al señor que en su más puro instinto de supervivencia y ante la aparición de semejante bicho sale que se las pela, dejando que la chica se apañe con el tema...Ahhhhh nooooo, pobrecita, qui no hay igualdad, ella ha de escapar mientras que el se ofrece voluntariamente a entretener al reptil porque eso es lo que hacen los caballeros, pues va a ser que no señoras mías, lo de la igualdad parece que se queda solo cuando interesa, ¿será que la condición del ser humano va a ser igual para ambos sexos?
Anda, y yo que creía que cuando las mujeres fuesen escalando puestos de poder veríamos un mundo mejor; con unicornios multicolores y nubes de algodones en una limpieza tan pura que la humanidad evolucionaría de nuevo en algo mas transcendental que la mera humanidad androcentrista donde el hombre es una fuente inagotable de egoísmo y lo acomoda todo para el (cosa que es así, y que hay que mejorar para la igualdad sin duda... mejorar, aportar, no destruir lo que has construido para poner lo que construyo yo).

De momento parece que no van por ahí los tiros, las mujeres que van llegando al poder parecen adquirir lo peor de los hombres y lo peor de la mujeres. Me viene a la cabeza Margaret thatcher, neoliberalismo a mansalva, privatizando a todo trapo, o que decir de mi queridisima Angela merkel que se ha cargado la clase media, sobre todo la del sur de Europa. O por fín mi muy... no se como definirla Gusana Diaz que ella solita y aconsejada por lo mejor de la clase obrera española (sarcasmo, que de obrero no tiene ná), se ha cargado ella solita un partido centenario.

En fin, dejémonos de guerra de sexos, distinciones elitistas y busquemos una igualdad verdadera y no hagamos uso del machismo cuando me conviene o de la caballerosidad cuando me conviene más.

Carlos Horrillo
terapeuta sexólogo
Antropólogo social y cultural
Alicante

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