martes, 8 de marzo de 2016

SALIR O NO SALIR DEL ARMARIO
HETEROSEXUALES QUE SIENTEN ATRACCIÓN POR PERSONAS DEL MISMO SEXO
NO TE TORTURES MÁS!! SIGUES SIENDO MUY NORMAL
F. Carlos Horrillo .Terapeuta sexólogo y antropólogo social y cultural Alicante

“Mes de la identidad sexual y de acabar de una vez por todas con las etiquetas”
CAPITULO 2
Bien, hasta ahora sabemos que el ser humano es un ser “SEXUAL”, y que son los condicionamientos socio culturales los que nos dicen los roles que nuestro género ha de adoptar, pero hay que diferenciar entre género y rol de género; ser hombre o ser mujer no tiene que ir acompañado de comportamientos dictados por la sociedad.
Obviamente de un hombre se espera que sean las tareas que tienen que ver con el productivo, el mantenimiento y sustento económico, principalmente desarrollados en el ámbito público; o lo que es lo mismo, el papel del cazador de las sociedades primitivas frente al recolector que se les adjudica al femenino. Son sin duda estereotipos sociales y no naturales. Podemos poner como ejemplo en el mundo animal a los leones, las cazadoras son ellas y no ellos, eso sí cuando han cazado el primero en comer suele ser el macho.
Cuando hablamos de heteroflexibilidad estamos haciendo algo parecido; hemos de demostrar constantemente quien es el alfa de la manada y si por casualidad se cruza otro alfa por el camino hemos de pelear con él para demostrar a la sociedad quien es el más macho y el dueño del cortijo. Pasa que muchas veces, cuando nos cruzamos con otro macho alfa, nos apetece mucho más relacionarnos que pelearnos; muchos imaginamos como sería sentir la fuerza de sus manos en un acto sexual que en una pelea, sin embargo la sociedad dice que no, que lo que hay que hacer es demostrar quién es el más fuerte.
¿Qué pasa entonces cuando dos leones hacen el amor en vez de destrozarse? Pues para no desvirtuar los roles de género y ser rechazados por la sociedad  nos armarizamos; decidimos en la gran mayoría de las ocasiones rechazar lo sucedido y reafirmar nuestra masculinidad dejando la frustración de lo que nos ha gustado la experiencia vivida, nos reprimimos y seguimos siendo siervos del sistema.
Pero ¿es necesario salir del armario para disfrutar de sensaciones que nos atraen? ¿Dejamos de ser machos alfas al copular con otros similares? Por supuesto que no, podemos llevar nuestro género en consonancia con nuestro rol asignado y a la vez gozar de momentos de libertad, de placer y de sentimientos y emociones que solo un alfa es capaz de proporcionar a otro. El hecho de haber tenido una aventura con otro hombre no te hace menos hombre sino todo lo contrario, pero si quieres conservar tu estatus me parece perfecto, de repente no te has convertido en nada diferente a lo que eras, sigues siendo tú y tu circunstancia, nadie va a notar en ti nada diferente claro que no, pero si tienes la necesidad de vivirlo vívelo que solo tenemos una vida y dejamos pasar los años en frustraciones que no nos dejan completarnos como seres humanos.
Quedarse en el armario es una opción como otra cualquiera; nadie tiene derecho a poner etiquetas y si tú no lo quieres no tienes que pasar por ello.
La próxima semana hablaremos de lo que sentimos cuando tenemos un acto de heteroflexibilidad por primera vez y como reaccionamos ante ello con los condicionamientos que arrastramos en nuestra vida diaria.

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