SALIR O NO SALIR DEL
ARMARIO
HETEROSEXUALES QUE
SIENTEN ATRACCIÓN POR PERSONAS DEL MISMO SEXO
NO TE TORTURES MÁS!!
SIGUES SIENDO MUY NORMAL
F. Carlos Horrillo .Terapeuta sexólogo y antropólogo social y cultural Alicante
“Mes de la identidad
sexual y de acabar de una vez por todas con las etiquetas”
Bien, hasta ahora sabemos que el
ser humano es un ser “SEXUAL”, y que son los condicionamientos socio culturales
los que nos dicen los roles que nuestro género ha de adoptar, pero hay que
diferenciar entre género y rol de género; ser hombre o ser mujer no tiene que
ir acompañado de comportamientos dictados por la sociedad.
Obviamente de un hombre se espera
que sean las tareas que tienen que ver con el productivo, el mantenimiento y
sustento económico, principalmente desarrollados en el ámbito público; o lo que
es lo mismo, el papel del cazador de las sociedades primitivas frente al
recolector que se les adjudica al femenino. Son sin duda estereotipos sociales
y no naturales. Podemos poner como ejemplo en el mundo animal a los leones, las
cazadoras son ellas y no ellos, eso sí cuando han cazado el primero en comer
suele ser el macho.
Cuando hablamos de heteroflexibilidad
estamos haciendo algo parecido; hemos de demostrar constantemente quien es el
alfa de la manada y si por casualidad se cruza otro alfa por el camino hemos de
pelear con él para demostrar a la sociedad quien es el más macho y el dueño del
cortijo. Pasa que muchas veces, cuando nos cruzamos con otro macho alfa, nos
apetece mucho más relacionarnos que pelearnos; muchos imaginamos como sería
sentir la fuerza de sus manos en un acto sexual que en una pelea, sin embargo
la sociedad dice que no, que lo que hay que hacer es demostrar quién es el más
fuerte.
¿Qué pasa entonces cuando dos
leones hacen el amor en vez de destrozarse? Pues para no desvirtuar los roles
de género y ser rechazados por la sociedad
nos armarizamos; decidimos en la gran mayoría de las ocasiones rechazar
lo sucedido y reafirmar nuestra masculinidad dejando la frustración de lo que
nos ha gustado la experiencia vivida, nos reprimimos y seguimos siendo siervos
del sistema.
Pero ¿es necesario salir del
armario para disfrutar de sensaciones que nos atraen? ¿Dejamos de ser machos
alfas al copular con otros similares? Por supuesto que no, podemos llevar
nuestro género en consonancia con nuestro rol asignado y a la vez gozar de
momentos de libertad, de placer y de sentimientos y emociones que solo un alfa
es capaz de proporcionar a otro. El hecho de haber tenido una aventura con otro
hombre no te hace menos hombre sino todo lo contrario, pero si quieres
conservar tu estatus me parece perfecto, de repente no te has convertido en
nada diferente a lo que eras, sigues siendo tú y tu circunstancia, nadie va a
notar en ti nada diferente claro que no, pero si tienes la necesidad de vivirlo
vívelo que solo tenemos una vida y dejamos pasar los años en frustraciones que
no nos dejan completarnos como seres humanos.
Quedarse en el armario es una
opción como otra cualquiera; nadie tiene derecho a poner etiquetas y si tú no
lo quieres no tienes que pasar por ello.
La próxima semana hablaremos de
lo que sentimos cuando tenemos un acto de heteroflexibilidad por primera vez y
como reaccionamos ante ello con los condicionamientos que arrastramos en
nuestra vida diaria.
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