martes, 27 de agosto de 2019

LAS MANADAS; DEPREDADORES SEXUALES

. ESTO NO HA HECHO MÁS QUE EMPEZAR




Parece sorprendernos el auge de la denominadas "Manadas" de depredadores sexuales en los últimos tiempos; como si nos hubiera pillados desprevenidos, cuando realmente lo sorprendente es que no nos haya llamado la atención antes ya que viene ocurriendo desde hace tiempo.

¿Los motivos?

Pues aunque no lo creáis son muy sencillos, este fenómeno no es más que el producto de años de incompetencia de la clase política, y como no, la española en esto se lleva el premio dada la facilidad con la que les otorgan sus carreras y Másteres a modo de quien le toca premios en la tómbola.

Desde que tengo uso de razón he visto cambios en las leyes de educación cada vez que se alternaba de partido político, cada uno de ellos mirándose el obligo e imponiendo sus moralidades mientras esconden sus vergüenzas.  Salvo aquella perdida asignatura de "Educación para la ciudadanía" poco o nada se ha hecho para educar sexualmente a varias generaciones. Y claro, mientras el mundo se globaliza nosotros seguimos con normas morales procedentes de mentes mediocres y asesorados por amiguetes que rara vez conocen a fondo los temas a tratar.

Por un lado los padres de esta época educan a sus hijos en una permisividad insultante; es la generación de dar todo a los menores y que no tengan complejos de tu vecino lo tiene y tu no. Obviamente las próximas generaciones vendrán con una impronta de no saber como tolerar la frustración y se verán desamparados ante las realidades de la vida cuando sus progenitores ya no estén para darles todo lo que desean.

Por otro lado los colegios, institutos y universidades no ofrecen ningún tipo de educación sexual, y las pocas veces que ocurre rara vez son efectivas debido a la censura y a la poca profesionalización del profesorado ante estos temas. Lo mismo da que de la clase el profesor de gimnasia, que el cura de turno como docente de religión. Eso si, la religión que no falte que ellos que son tan sabios en estos temas y tienen tanta experiencia (al menos en lo que a pedofilia se refiere) . Obviamente, los sexólogos quedan en un segundo plano no vayan a hablar de las realidades del sexo y se contamine la ética de los que aprenden.

Veamos, la sexualidad es algo natural y propio del ser humano; de hecho es de las pocas especies que están todo el año en celo y desarrollan la manera de ver el sexo mucho más allá de lo reproductivo.

El ser humano es un ser sexual desde que nace hasta que muere, pasando por diversas etapas desde el nacimiento como la fase oral, anal, genital, la búsqueda de identidad de género, la identidad sexual, la masturbación, los embarazos , la ETS, el amor, el desamor, la convivencia, la salud sexual, el mundo de las hormonas, la menopausia o andropausia, la sexualidad en la tercera edad y también la de personas discapacitadas.

Pero claro, como educar en esto cuando el mundo sigue siendo un lugar androcentrista, un lugar donde el concepto del feminismo no lo tienen claro la mayoría de las personas, que cuando les explicas que se trata de igualdad se sorprenden pensando que se trata de otra cosa.

Si ni siquiera nuestra sociedad entiende este concepto tan básico, ¿cómo pretendemos que no aparezcan manadas? .

La educación sexual que reciben los jóvenes viene de la pornografía. Niños de 7 y 8 años que disponen de móviles con acceso a todo tipo de información, pero que hay que dejarlos claro está, no vayan a frustrase. Niños que no reciben ni en casa ni en colegios ningún tipo de información de cultura sexual se limitan a imitar y normalizar lo que ven.

Si tu ves películas donde muchos hombres se lo montan con una señora mientras esta pide más y más, vas a considerar que eso es lo normal; incluso las niñas compiten para quedarse con el chico que les gusta y harán lo que sea por conseguirlo ( no vaya a caer en la frustración de no ser así).

Podemos también culpar a los extranjeros y de paso damos vidilla a la xenofobia.  Seamos sensatos, la cultura árabe , aunque muy machista, no se basa en violar en manadas a las mujeres, ni los subsaharianos tampoco, aunque parece que duele más cuando se trata de ellos, hemos de saber que son tan impresentables como los autóctonos, y que la educación que reciben en sus países es nula aun más que la nuestra. Es más, cuando se juntan entre ellos suelen crear manadas para alimentar el odio hacia aquellos que los rechazan. No los justifico de ninguna manera por supuesto ya que su comportamiento debería ser más impecable aun si vives en un país que no es el tuyo; solo resalto que el denominado común siempre es el mismo, la incultura.

Pero aquí no pasa nada, los políticos ya tienen bastante agarrando la silla como si el congreso fuese el plató de sálvame; esto es la jungla y lo importante es estar bien posicionados para asegurar nuestro futuro y el de nuestros hijos. El de los otros hijos da igual, ya se arreglarán por su cuenta, y si aumentan las manadas crearemos leyes para condenarlos de por vida y que se calle el populacho. Todo es valido menos educar.

Da igual el color del partido, si eres lila, parece que a los tontos espabila y quieres la silla para financiar tu chalé; si eres azul para no perder el que ya tienes y que tu no lo tengas, si eres naranja con hacer ruido es suficiente ya que pacto con el demonio por la silla, si eres rojo te gastas el dinero de la educación en puticlubs y de los que quedan ni mencionarlos, que lo mismo da la impresión de que importan un carajo.

Los movimientos sociales también caen en saco roto y normas sus moralidades a través de portavoces que no se representan a ellos mismos. El manual del buen gay, animalista, vegano y si no cumples los requisitos es que no eres un buen gay, La discriminación positiva a las mujeres sin educar en la igualdad a la nueva generaciones.... todo es como un parche tras otro, un estado de indefensión aprendida que nos llevará a más y más manadas-

Eduquemos yo y no impongamos moralidades

Carlos Horrillo

Antropólogo social y cultural

terapeuta sexólogo

Alicante

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