jueves, 19 de mayo de 2016

Yes, you can also practice rabitation course “LA NUEVA FORMA DE CONEJERIO AL ESTILO DE LA REALEZA”

Carlos Horrillo à terapeuta sexólogo y antropólogo social (Experto en terapias conejiles a la vieja usanza)
 
Pues sí, leyendo las noticias que aparecen por estos mundos del faceboock me viene la inspiración al encontrar una opinión de nuestra querida reina, ex reina, reina jubilada o como sea el cargo que ocupe en la actualidad, a la que respeto enormemente y me llena de júbilo su aportación a la herencia histórica de mi país y por supuesto la de toda su familia.
Pongo el enlace por si algún interesado necesita urgentemente informarse de las opiniones reales al respecto, no vaya a ser que piensen que malinterpreto lo dicho. ww.ambienteg.com/curiosidades/la-reina-se-muestra-en-contra-de-que-las-uniones-homosexuales-se-llamen-matrimonio/
Encabezo el título en inglés para que se vea que uno es culto y en honor a mi amiga y hermanita Andrea Catalunya con la que compartí vivencias en Irlanda durante algún tiempo y para que sepa que algo del idioma aprendí, y que esta simbiosis entre los dos da lugar a enriquecer tan bonita lengua con la palabra RABITATION, que espero que la academia inglesa de la lengua tenga a bien añadir a su diccionario desde la modesta aportación de este humilde españolito de a pie.
Pues si querida Majestad, a usted no le parece bien que la unión de personas del mismo sexo se califique con el nombre de matrimonio; que estas palabras se han creado para los matrimonios “normales” como el suyo, de los de toda la vida y de misa los domingos, destinados a procrear y a tener un montón de descendencia que seguro podrán mantener los siervos al modo medieval que tanto echamos de menos.
RABITATION, que podríamos traducir al castellano como CONEJERIO, es una forma tan digna de planteamiento matrimonial sea cual sea la condición sexual y AFECTIVA de las personas señora mía y no solo de lo que usted considere pertinente; la sexualidad, el matrimonio, la unión de personas y el concepto naftalínico del matrimonio como usted lo entiende, comenzó a no ser exclusivo de las parejas heterosexuales desde la Segunda Guerra mundial, con la liberación femenina, la de los negros y también la de los gais,  en este punto, el matrimonio adquirió un grado diferente de relevancia, ya no había que casarse para procrear, las personas aprendieron a tener una sexualidad y una afectividad por el mero hecho del placer y del amor; por ello voy a dar mi sincera opinión desde dos de las disciplinas que manejo:
Como antropólogo he de decirle querida que crear diferencias está feo, la figura del “otro” es ampliamente estudiada por esta ciencia y siempre da como resultado que la diferenciación sirve para dividir, para decir que uno es mejor que el otro, que esto es mío y no tuyo, y así es como comienzan los conflictos.
Como terapeuta sexólogo aun me parece peor su opinión… señora mía, los gais no son estériles, tienen la misma capacidad reproductora que cualquiera, además tienen madres, hermanas, padres, hermanos. viven en un mundo androcentrista pensado para y por los hombres heterosexuales, me parece muy curioso que una figura femenina que se supone quiere la igualdad, la quiere para todo el mundo; y usted discrimina a lo que considera diferente.

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